miércoles, 13 de noviembre de 2024

LA PEDAGOGIA DEL AFECTO EN EL MARCO DE LA PAZ “Estrategia de Escuela de padres”

 LA PEDAGOGIA DEL AFECTO EN EL MARCO DE LA PAZ

“Estrategia de Escuela de padres”



DESCRIPTORES / PALABRAS CLAVES: Orientación, Paz, Reencuentro, Conflicto, Afecto.

 

RESUMEN:

Construir la ciudadanía como un ejercicio para la paz es una tarea que parte del individuo y se consolida en el sujeto político que se siente realizado, identificado y parte de un grupo (de una comunidad) y, al sentirse parte, cuida y respeta a su grupo. Una de las características en el desarrollo de la identidad es la confianza y esta inicia desde el vínculo del hijo con la madre, el padre, la familia y posteriormente con las instituciones sociales. De ahí que el objetivo de la Pedagogía del Afecto y las líneas de trabajo giren en torno a la sanación del vínculo afectivo entre padres e hijas o hijos, para fortalecer la confianza que los estudiantes tienen en sí mismos y en los demás para lo cual, la Pedagogía del Afecto establece una serie de estrategias que pretenden despertar en el adulto la consciencia de su rol y así pueda hacerse responsable de este, ocupando el lugar que le pertenece y permitiendo a las nuevas generaciones vivir en un ambiente emocional más sano. La presente ponencia, busca describir algunos de los aportes que desde el Departamento de Orientación Escolar se realiza a la institución en ese ejercicio de la construcción de la ciudadanía y la paz desde la Pedagogía del Afecto.

 

INTRODUCCIÓN

En el momento culmen que atraviesa nuestro país y desde muchos años atrás el papel Orientador Escolar a transcendido positivamente en los entornos educativos y es así como es llamado a realizar funciones prácticas que tienen que ver con intervenir en los lazos y vínculos humanos y reflexionar sobre la posibilidad de crear estrategias para manejar mejor los conflictos.

 

Es entonces cuando la Orientación Escolar se constituye en la esperanza al interior de las instituciones educativas, rol en el que se establece la necesidad de trabajar en la prevención primaria de situaciones que dificultan el desarrollo cognitivo y socioemocional del estudiante y de su entorno familiar.

Es por ello que se hace necesario destacar los lineamientos y fundamentos teóricos que sustentan el trabajo del orientador y que se han  sintetizado de la siguiente manera: Formación del ser a través del fomento en valores, trabajo de sanación espiritual y la búsqueda de trascendencia, la importancia del afecto en la familia como núcleo de formación del estudiante.

Pensar la escuela como escenario de construcción y sanación de experiencias vitales ha pasado por la estructuración de espacios en el que el afecto, la palabra y el símbolo se han tejido como formas válidas y legítimas de estructurar espacios de aprendizaje, espacios en los que han participado: estudiantes, maestros y padres de familia.

 

Los programas de apoyo como lo es  La Escuela de Padres, han estado cimentados sobre esta base, observando resultados muy  favorables. La sanación de los vínculos entre padres e hijos, ha sido la puerta de entrada a transformaciones que la escuela reclamaba.

Estaos espacios de construcción colectiva como lo son las escuelas para padres permiten que estos actores externos como son los padres sean a su vez son copartícipes de la formación de sus propios hijos e hijas desde los espacios institucionales, siendo favorecedores de la sanación familiar e individual.

Estos actores sumamente importantes, han sido vinculados en el aporte al desarrollo de la institución en la construcción de una sociedad que ofrezca igualdad de oportunidades y condiciones de calidad de vida al individuo, la familia y la comunidad.

Todo esto mediante las escuelas de padres orientadas a la educación integral, la prevención y la atención de problemáticas de la familia, la justicia social, la participación ciudadana, y la conservación y preservación del medio ambiente que, a través de diversas estrategias buscan potencializar el “EFECTO del AFECTO” en todos los entornos y procesos  de la institución, con el objetivo de transformar.

 

Esta transformación se produce teniendo en cuenta la recuperación de la dignidad humana y el fortalecimiento del tejido social; con padres más conscientes de su responsabilidad, familias integradas, hijos felices y actores comprometidos en el buen ejercicio de la ciudadanía; una comunidad más involucrada a la prestación de servicios de calidad que satisfagan las necesidades de las personas beneficiarias y las convirtieran en gestoras de desarrollo gestando así acciones para la transformación personal, familiar y social”.

 

En este orden de ideas donde se hace necesario la formación de actores para la transformación social  y la paz, Fernández, C. (2012) nos muestra una perspectiva planteando un modelo de formación ciudadana en el manejo de la NO violencia, presentándola como una estrategia de cambio social profundo y multidimensional que incorpora nuevas comprensiones y retos acerca del comportamiento y sostenibilidad de los sistemas humanos a escala global. Es como el autor nos lleva a la reflexión de que el  conflicto no se niega sino que lo asume buscando transformarlo, generando cambios en su entorno.

 

Todo esto nos lo presenta teniendo en cuenta sus implicaciones para el desarrollo y la formación ciudadana y notamos que dicho planteamiento generaría una serie de cambios radicales en el tipo de relaciones con otros y la naturaleza, en la manera de afrontar la conflictividad, en las improntas culturales que soportan el comportamiento humano destructivo y en las maneras de comprender y proyectar el desarrollo.

 

Es por esto que la iniciativa del trabajo que se plantea desde lo Afectivo, busca fundamentalmente promover y fortalecer el desarrollo de los ACTORES de una comunidad, a través de procesos de integración de los mismos. Es un proceso educativo permanente que tiene por objeto ofrecer oportunidades de participación en el conocimiento crítico de la realidad social, para provocar cambios de actitudes frente a la problemática familiar, institucional  y social existentes, teniendo en cuenta que el ser humano es un ser integral y que debe ser formado como tal en sus tres dimensiones espíritu, alma y cuerpo, como una triple unidad. Es una estrategia que busca descubrir  nuevas posibilidades para mejorar cualitativamente, a través del contacto grupal, el diálogo franco y el compromiso.

 

La atención particular a todos los miembros de la comunidad educativa y en especial desde las escuelas para padres desde lo  afectivo aspira pues, a ser una expresión genuina y seria de educación  para el ser y la maduración personal; una educación para el amor y la vida. Esta iniciativa  se soporta en los siguientes principios orientadores:

       El amor, entendido como la decisión libre y personal de cada uno de nuestros miembros de darse íntegramente, sin razones y sin interés, al servicio del semejante.

       La integridad, que establece el compromiso honesto de entregar al servicio de la comunidad los conocimientos, los talentos y las habilidades;

       El respeto por el ser humano, único e irremplazable, independiente de su origen, sexo, raza, situación social o económica, creencias religiosas o políticas; su bienestar es nuestro único objetivo.

       La excelencia, reflejada en la revisión constante de los procesos, procedimientos y metodologías de la gestión que estimulen una mejor y mayor prestación de servicios de calidad.

       La co-responsabilidad que impone tanto al estado como al individuo, la familia y la comunidad la obligación de trabajar activamente en la construcción de una sociedad que ofrezca igualdad de oportunidades y condiciones de calidad de vida para todos sus miembros.

       La equidad, entendida como el compromiso de la organización y de cada uno de los miembros de participar en la búsqueda de nuevas y mejores oportunidades para todos.

       La unidad, que nos permite interconectarnos con todos los miembros de la red para optimizar y afiliar esfuerzos, desarrollar aprendizajes y cualificar procesos que generen un verdadero impacto en las comunidades.

 

Comprometidos desde la orientación escolar  con la formación de la comunidad, me  veo en la necesidad de implementar talleres enmarcados en el  AFECTO, por la falta de formación y capacitación que dificulta que se cumpla adecuada y eficazmente con sus responsabilidades SOCIALES. Porque en nuestro medio se asiste cada día a la desintegración de la sociedad y de la familia por los efectos negativos que ejercen sobre ellos el ambiente y la descontrolada utilización de los medios de comunicación. Esto conlleva a la búsqueda constante de métodos que nos permitan capacitarnos efectiva y eficazmente para que así, podamos educar a las niñas, niños, adolescentes, jóvenes y adultos en un modelo afectivo ideal, en el que los educandos logren desenvolverse dentro de una realidad, comprometiéndose consigo mismos y con la sociedad a fin de que logren ser mejores personas con competencias ciudadanas.

 

Fernández, C. (2012), expone un planteamiento que genera una serie de  cambios radicales en el tipo de relaciones con los otros y la naturaleza, en la manera de afrontar la conflictividad, en las improntas culturales que soportan el comportamiento humano destructivo, en los procederes de comprender y proyectar el desarrollo y  plantea como reto en los procesos de construcción la formación ciudadana,  el propiciar ambientes para la formación de  un  ciudadano global que tiene como perfil el sentido de la cooperación, solidaridad, el respeto y mantenimiento de las tradiciones diversas que respetan la naturaleza y las demás formas de vida, al  profundizar la integralidad y continuidad de las relaciones humanas y naturales.

 

Esta iniciativa está diseñada para  ser multiplicada y para formar multiplicadores, porque a través de las experiencias  recibidas, quedan capacitados para continuar replicando la intervención en otros lugares e instituciones reconociéndose como líderes, fomentando en aquellos la creatividad y manteniendo una actitud mental flexible y abierta para aprender del grupo y crecer con él, para ello no son instruidos hacia lo que deben hacer, sino sensibilizados ante las necesidades del ser, de manera que los cambios de actitud ocurren por iniciativa de cada persona que lo vivencia.

 

Finalmente, trabajar desde la afectividad es una iniciativa  singular que para poder multiplicarlo debe ser vivido primero por el facilitador, dándole sentido a la frase de que “Educar es cosa del Corazón” y, que desde la transformación social y su trascendencia en la comunidad educativa se generen Agentes de Cambio que  transforme a las personas y a una nación que tanto necesita de la paz, con los “AGENTES DE CAMBIO QUE COLOMBIA QUIERE Y QUE EL MUNDO NECESITA”, porque “Educar para la paz es cosa del Corazón”.

 

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

 

FERNÁNDEZ, C. (2012). No violencia, Educación para el Desarrollo y Formación Ciudadana. Aspectos Críticos y Perspectivas. En De-construyendo la educación para el desarrollo, una mirada desde Latinoamérica. Bogotá, Corporación Universitaria Minuto de Dios.

 

Mag. Monica Patricia Sanjuan Forero

Psicóloga

Magister en Educación 

Énfasis en Enseñanza Aprendizaje. 

Docente Orientadora

Bogotá D.C. 

Celular: 3104335406

Email:  monicapatriciasf@hotmail.com

mpsanjuanf@educacionbogota.edu.co

Fapptos@gmail.com



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